México ha comenzado el despliegue de 10.000 elementos de las fuerzas federales a lo largo de la frontera con Estados Unidos, con el objetivo principal de frenar el tráfico de fentanilo y controlar la migración irregular.
Según el diario El Universal, esta medida forma parte de los acuerdos alcanzados entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, durante una conversación telefónica reciente.
Desde las primeras horas del martes, cientos de agentes de la Guardia Nacional fueron transportados en avión y por vía terrestre a ciudades fronterizas clave, como Tijuana, Sonoyta, Matamoros y Ciudad Juárez.
Este despliegue es parte de un acuerdo bilateral en el que Estados Unidos también asumió compromisos en materia de seguridad. Trump aseguró que su país trabajará en la contención del tráfico de armas de alto poder hacia México, una de las principales preocupaciones del gobierno mexicano.
Además, equipos de ambas naciones sostendrán reuniones para discutir estrategias de seguridad y comercio, lo que llevó a la suspensión temporal de los aranceles que Washington había considerado imponer a productos mexicanos.
El refuerzo militar en la frontera también busca contener la migración irregular, un tema clave en la política de Trump. El presidente estadounidense destacó que los soldados mexicanos no solo enfrentarán a los cárteles del narcotráfico, sino que también apoyarán en la detención de inmigrantes que intenten cruzar la frontera sin autorización.
La colaboración entre ambos gobiernos se da en un contexto de creciente presión política en Estados Unidos sobre el tema migratorio, mientras que en México se refuerza el compromiso con la seguridad fronteriza.