El Mercosur y la Unión Europea firmaron un tratado de libre comercio tras 25 años de negociaciones, en la cumbre de presidentes sudamericanos celebrada en Montevideo. Este acuerdo busca liberalizar aranceles y barreras comerciales, creando un mercado de 800 millones de consumidores y representando cerca del 25 % del PIB mundial.
Líderes como Luis Lacalle Pou, Lula da Silva y Ursula von der Leyen fueron clave para concretar el pacto. El tratado establece que, en un plazo de 10 años, ambos bloques eliminarán más del 90 % de sus aranceles, fomentando el comercio, la inversión y el empleo.
Sin embargo, el acuerdo enfrenta oposición de países europeos como Francia, que considera que las importaciones agrícolas desde Sudamérica podrían perjudicar a sus agricultores. Emmanuel Macron reiteró su rechazo, calificando el pacto como una amenaza para la soberanía agrícola francesa.
A pesar de las críticas, el acuerdo marca un hito en las relaciones entre Europa y Sudamérica, consolidando una zona de libre comercio estratégica.
Representantes del Mercosur destacaron que esta alianza promueve la cooperación y el crecimiento económico en un contexto global adverso. Alemania, por su parte, advirtió que este era un momento decisivo para sellar el tratado.