El sistema médico en el Líbano se encuentra desbordado tras dos oleadas de explosiones que han dejado a miles de heridos, muchos de ellos con daños severos en los ojos. Los cirujanos han reportado un número alarmante de pacientes ciegos, y expertos médicos señalan que nunca antes habían realizado tantas cirugías oculares de emergencia como ahora.
El Secretario General de Hezbolá, Hassan Nasrallah, calificó los ataques como una posible «declaración de guerra» de Israel, tras las sospechas de que la agencia de espionaje israelí, el Mossad, plantó explosivos en miles de buscapersonas que Hezbolá había adquirido meses atrás. Nasrallah prometió venganza, afirmando que las agresiones israelíes han «cruzado todas las líneas rojas» y no cesarán hasta que termine la guerra en Gaza.
El número de víctimas sigue en aumento, con informes iniciales que reportan al menos 32 muertos y más de 3.450 heridos, producto de las explosiones de esta semana. Los hospitales libaneses están saturados con la avalancha de personas afectadas, y los médicos luchan por atender a los heridos tras el caos generado por los dispositivos explosivos.
Mientras Nasrallah pronunciaba su discurso, se reportaron nuevos ataques israelíes contra objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, lo que incrementa la tensión en una región ya devastada por el conflicto.