La noche de este lunes, decenas de miles de personas se congregaron frente a la Knéset, el Parlamento de Israel, en Jerusalén, demandando elecciones anticipadas y un acuerdo con el movimiento palestino Hamás para liberar a los rehenes aún cautivos en la Franja de Gaza.
Los manifestantes, portando banderas de Israel y carteles, algunos de los cuales describían al primer ministro Benjamín Netanyahu como un «demonio maligno», corearon consignas contra el fascismo y responsabilizaron al jefe del Gobierno de los fallos de seguridad durante el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, según reseña The Times of Israel.
Después de la protesta frente al Parlamento, la multitud se dirigió hacia la residencia de Netanyahu. En el trayecto, los manifestantes rompieron barreras policiales y encendieron una hoguera, lo que provocó enfrentamientos con la Policía. Las fuerzas de seguridad utilizaron cañones de agua para dispersar la manifestación, resultando en al menos tres personas heridas. Entre los heridos se encuentran un médico y un manifestante, ambos hospitalizados, y una mujer de 63 años que sufrió una grave lesión al golpearse contra una pared, según el canal N12.
Durante la protesta, al menos nueve personas fueron detenidas, incluyendo a un familiar del rehén israelí Ofer Kalderon.
Estas manifestaciones son parte de una semana de protestas nacionales convocadas por el movimiento civil israelí, que comenzaron el domingo.