Las autoridades de Malasia y Tailandia se encuentran en alerta máxima por el riesgo de nuevas lluvias intensas tras las devastadoras inundaciones provocadas por las fuertes lluvias monzónicas de la semana pasada.
En Tailandia, las inundaciones causaron la muerte de al menos 25 personas y afectaron a más de 300,000 hogares, mientras que en Malasia, las lluvias mataron a seis personas y desplazaron a decenas de miles.
Ambos países han instalado refugios y preparado equipos de rescate para hacer frente a los posibles daños de las lluvias que se esperan en los próximos días.
En Tailandia, las provincias más afectadas incluyen Pattani, Narathiwat, Songkhla y Yala, donde el gobierno ha desplegado equipos de rescate y proporcionado asistencia económica a las familias afectadas.
Además, los equipos de rescate siguen entregando raciones de comida y realizando evacuaciones. En Malasia, las fuertes lluvias en la costa este también causaron graves daños, dejando unas 91,000 personas desplazadas y pérdidas materiales por más de 224 millones de dólares.
Las autoridades malasias han activado medidas de emergencia y alertado sobre una nueva oleada de lluvias que podría empeorar la situación.
Los científicos advierten que el cambio climático está exacerbando la intensidad de las lluvias monzónicas en el sudeste asiático, lo que aumenta la probabilidad de inundaciones destructivas.
A pesar de que las lluvias han disminuido, las autoridades continúan monitoreando la situación y preparando planes de contingencia en ambos países, mientras instan a la población a mantenerse alerta ante el pronóstico de más lluvias en los próximos días.