Un total de 157 ballenas murieron o serán sacrificadas tras quedar varadas en una playa remota del noroeste de Tasmania, Australia. Equipos de veterinarios y conservacionistas intentaron salvar a unas 90 ballenas sobrevivientes, pero las condiciones climáticas impidieron su rescate, obligando a las autoridades a optar por la eutanasia para evitarles un mayor sufrimiento.
El Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tasmania indicó que los animales parecen ser falsas orcas y que aún se desconocen las causas del varamiento. En años anteriores, eventos similares han ocurrido en la isla, con hipótesis que sugieren que los sonares de grandes buques o la desorientación de un líder podrían ser factores que provocan estas tragedias.
Tasmania, un estado insular de Australia con vastas áreas de parques naturales, ha sido escenario de varios varamientos masivos en las últimas décadas. En 2020, unas 470 ballenas piloto quedaron atrapadas en la costa, mientras que en 2022, 230 ballenas sufrieron un destino similar, con la mitad de ellas falleciendo.