Marco Rubio, secretario de Estado de EE.UU., visitó Panamá y afirmó que la frontera de su país no comienza en Texas y México, sino mucho antes, refiriéndose al proceso de migración irregular a través de América Central.
Durante su visita al Aeropuerto Internacional de Albrook, Rubio presenció el vuelo de deportación de 43 migrantes colombianos, financiado por EE.UU., como parte de un acuerdo de cooperación con Panamá.
Este acuerdo tiene como objetivo reducir la migración irregular y evitar que migrantes con antecedentes criminales continúen su ruta hacia EE.UU.
Rubio destacó la colaboración entre EE.UU. y Panamá, subrayando que este esfuerzo conjunto ayuda no solo a frenar la migración ilegal, sino también a prevenir problemas de seguridad. Mencionó que muchos migrantes son víctimas de redes de tráfico y de las dificultades creadas por la migración irregular.
En ese sentido, los vuelos de deportación financiados por EE.UU. forman parte de un programa de cooperación que también tiene como fin aliviar la presión sobre otros países de la región.
El acuerdo, firmado en julio de 2024, ha permitido realizar 42 vuelos de deportación a diversos países y reducir significativamente el flujo de migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién.
En enero de 2025, solo 2,158 migrantes pasaron por esta ruta, una caída histórica en comparación con los 34,839 del mismo mes en 2024. La visita de Rubio a Panamá se enmarca en su gira por varios países de América Central y se produce en un contexto de tensiones por la influencia de China en la región.