Este sábado, los seguidores del presidente Nicolás Maduro, reelecto en las elecciones del pasado domingo, saldrán a marchar por las calles de Caracas y otras ciudades venezolanas para celebrar «el triunfo de la paz».
El mandatario llamó a sus seguidores a mantenerse en constante movilización frente a los focos de violencia generados por grupos extremistas de la oposición. Estos grupos causaron daños en estructuras públicas, módulos policiales, sedes regionales del Poder Electoral, hospitales y unidades de transporte, entre otros, luego de que Maduro fuera proclamado presidente electo 2025-2031 por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Desde el Balcón del Pueblo, ubicado en Miraflores, sede del Gobierno venezolano, Maduro pidió a sus partidarios realizar «la madre de las marchas», que incluirá una «gran movilización» y un «concierto por la paz».
El líder del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) afirmó que «nada ni nadie va a perturbar la paz» en el país suramericano. Así lo expresó este viernes durante su comparecencia ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), donde se comprometió a entregar el 100 % de las actas que demuestren su victoria.
Las autoridades venezolanas han denunciado que el candidato de un sector extremista de la oposición, Edmundo González, y la exdiputada María Corina Machado, están a la cabeza de un plan para perpetrar un golpe de Estado, con el apoyo de EE.UU. y otros países de la región.
Machado, quien afirma encontrarse en la clandestinidad, convocó también para este sábado una concentración en Las Mercedes, una urbanización de la Gran Caracas, en apoyo al supuesto triunfo de González. La exparlamentaria sostiene que posee pruebas de un supuesto «fraude electoral», pese a que no las ha presentado ante los organismos competentes, y desconoce los resultados anunciados por el Poder Electoral venezolano.
Por otra parte, González no asistió, como el resto de los 10 candidatos que se postularon a las presidenciales, al TSJ, que los convocó para anunciar un peritaje de los comicios y del ataque cibernético denunciado por el presidente del CNE, Elvis Amoroso, que retardó la transmisión de los datos.