Nicolás Maduro fue juramentado este viernes ante la Asamblea Nacional como presidente de Venezuela para el período 2025-2031, en una ceremonia marcada por el control oficialista del Parlamento y las denuncias de fraude electoral.
Durante el acto, Maduro prometió inaugurar un “nuevo periodo de paz, prosperidad y democracia”, jurando sobre la Constitución de 1999 firmada por el expresidente Hugo Chávez.
La oposición, liderada por Edmundo González Urrutia, asegura tener pruebas de su victoria en las elecciones de julio pasado y denuncia la falta de transparencia en los resultados.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), coalición opositora, insiste en que González Urrutia fue el legítimo ganador de los comicios y ha presentado el “85 % de las actas electorales” como prueba de su triunfo.
Estos documentos han sido publicados en una página web y respaldados por testigos y miembros de mesa, quienes aseguran que los resultados favorecieron al opositor.
Sin embargo, el Gobierno califica estas pruebas de “falsas” y ha contado con el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, liderada por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, quien reafirmó su lealtad a Maduro.
Mientras tanto, la comunidad internacional permanece dividida ante la crisis política en Venezuela. Algunos gobiernos han reconocido la legitimidad de Maduro, mientras que otros han manifestado su preocupación por las irregularidades denunciadas por la oposición.
Edmundo González Urrutia, por su parte, continúa buscando apoyo internacional y ha reiterado que jurará como presidente en las próximas semanas, lo que podría intensificar las tensiones dentro del país.