El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes, una fecha impulsada por la UNESCO y la OIT para reconocer la importancia de la enseñanza y rendir homenaje a los profesionales que forman a las generaciones futuras, contribuyendo así al desarrollo de los países.
La conmemoración se originó en 1966, durante la Conferencia Intergubernamental Especial sobre el Estado de los Docentes, que abordó tanto sus derechos como sus deberes.
Con el tiempo, la labor docente ha adquirido una mayor relevancia en todo el mundo. En la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la educación juega un papel esencial, y se proyecta que será necesaria una mayor cantidad de profesionales dedicados a esta disciplina en el futuro.
El tema para el Día Mundial de los Docentes en 2024 es: “Valorar la voz del docente: hacia un nuevo contrato social para la educación”. Esta temática busca incluir las perspectivas de los profesores en las políticas educativas y fomentar un entorno que favorezca su desarrollo profesional.
A nivel global, el gremio docente se encuentra en una situación preocupante, con salarios bajos y poco reconocimiento. Muchos profesores enfrentan restricciones a la hora de innovar y proponer nuevos desafíos a sus estudiantes, lo que lleva a algunos a buscar otras alternativas, como la tutoría particular o la creación de contenido educativo en plataformas digitales.
Esta realidad ha generado una falta de interés por parte de las nuevas generaciones en la profesión docente, lo que organizaciones como UNESCO, UNICEF, PNUD, y la Internacional de la Educación buscan revertir. Estas entidades insisten en que el sector educativo es fundamental para el desarrollo, la sostenibilidad y la independencia de las naciones, por lo que los docentes deberían recibir una formación de alta calidad, mayor relevancia en las políticas estatales, y una remuneración acorde a su impacto en la sociedad.