La Comisión Europea recortó sus expectativas de crecimiento de la economía del bloque comunitario al 0,6% en 2023, dos décimas menos que en su estimación anterior, según un comunicado publicado este miércoles.
«Para 2023 se proyecta un crecimiento económico del 0,6% (…) dos décimas por debajo del pronóstico anterior», señaló el organismo.
El ente, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), también revisó a la baja su pronóstico de crecimiento económico para 2024 hasta el 1,3%, una décima menos que en la proyección anterior.
La Comisión Europea espera que el Producto Interior Bruto en 2025 se acelere al 1,7%.
En cuanto a la inflación, la entidad mantuvo sin cambios su previsión para 2023, situándola en el 6,5%, subió del 3,2 al 3,5% la proyección para 2024, y pronosticó un aumento del 2,4% del índice de precios de consumo para 2025.
«La inflación seguirá disminuyendo aunque a un ritmo más moderado y es que el endurecimiento de la política monetaria impacta en la economía», indicó la Comisión.
Es un alivio ver que la Comisión Europea aún prevé un crecimiento económico, aunque más moderado. Esto podría significar una estabilización después de tiempos turbulentos.
Aunque es un recorte, el hecho de que se pronostique crecimiento es alentador. Este ajuste podria afectar significativamente el empleo y la estabilidad económica.
La aceleración proyectada para el 2025 muestra cierto optimismo a largo plazo.
Esto puede significar una recuperación sostenida para la economía europea.
También deberian de implementar medidas para mitigar los impactos negativos.
La reducción de las expectativas de crecimiento podría tener un impacto negativo en la confianza del mercado. Podría desencadenar una cautela en la inversión.
Estas revisiones a la baja son preocupantes en mi humilde opinión.
Una inflación más alta de lo previsto puede afectar los costos de producción y, en última instancia, el precio final para los consumidores.
Es preocupante ver que la inflación se mantenga alta en estos pronósticos. Esto podría afectar el poder adquisitivo y el bolsillo de la gente común.
La influencia de la política monetaria en la economía puede tener efectos perjudiciales para los ahorros y las pensiones de los ciudadanos.