La justicia peruana confirmó la anulación del juicio contra Keiko Fujimori por presunta financiación irregular en sus campañas de 2011 y 2016, en línea con un fallo del Tribunal Constitucional. La decisión obliga al Ministerio Público a reformular la acusación, lo que podría retrasar el proceso entre un año y año y medio.
El caso, conocido como «cócteles», involucra a 32 personas del partido Fuerza Popular, acusadas de recibir aportes ilícitos de empresas como Odebrecht. La Fiscalía había solicitado una condena de más de 30 años para Fujimori por delitos como lavado de activos y organización criminal.
El juicio fue anulado debido a irregularidades procesales en la acusación contra José Chlimper, exdirigente de Fuerza Popular, lo que llevó a extender la decisión a todos los acusados.
Keiko sigue esquivando la justicia como en un juego de ajedrez político
La anulación es un respiro para Fuerza Popular, pero la sombra de Odebrecht sigue ahí
Reformular la acusación significa más tiempo, más desgaste y más incertidumbre
Un fallo del Tribunal Constitucional que le cayó como anillo al dedo
Parece que la historia de los «cócteles» tendrá más capítulos de lo esperado