Tres autobuses explotaron en un estacionamiento en Bat Yam, al sur de Tel Aviv, en lo que las autoridades investigan como un posible ataque terrorista.
Según la Policía, se encontraron cinco dispositivos explosivos con temporizadores, lo que sugiere que el ataque pudo haber sido planeado desde Cisjordania. Afortunadamente, los vehículos estaban vacíos y no se reportaron víctimas.
Fuentes de seguridad indicaron que el objetivo era detonar las bombas simultáneamente en hora pico de la mañana, lo que habría causado un ataque de gran escala.
Como respuesta, el gobierno israelí suspendió el tráfico de trenes y autobuses en el país, mientras que las FDI intensificaron sus operaciones en Cisjordania, especialmente en el campo de refugiados de Tulkarem.
Uno de los dispositivos sin detonar tenía un mensaje que hacía referencia a «Venganza de Tulkarem», en alusión a una operación reciente de Israel en esa localidad palestina. Las autoridades continúan rastreando la zona en busca de más explosivos y analizando los hechos para determinar cómo se evitó una tragedia mayor.
Por suerte los autobuses estaban vacíos Esto pudo haber sido una tragedia enorme.
El hallazgo de dispositivos con temporizadores confirma que fue un ataque meticulosamente planeado.
Suspender el tráfico de trenes y autobuses en todo Israel es una medida extrema, pero necesaria.
El mensaje de «Venganza de Tulkarem» deja claro que esto está ligado a la escalada del conflicto en Cisjordania.
Si esto se hubiera ejecutado en hora pico, las consecuencias serían devastadoras.
La seguridad en Israel tendrá que reforzarse aún más después de este intento de atentado.
La tensión entre Israel y los grupos armados palestinos sigue en aumento, y estos ataques lo reflejan.