Funcionarios estadounidenses han expresado preocupaciones sobre la capacidad de Israel para defenderse en caso de una guerra a gran escala con Hezbollah, la organización armada apoyada por Irán en el Líbano. Según informes de CNN, Hezbollah posee un vasto arsenal de misiles y drones que podrían superar las defensas israelíes, incluida la Cúpula de Hierro, diseñada para interceptar ataques aéreos.
La Cúpula de Hierro, financiada en gran parte por Estados Unidos con una inversión de 2,9 mil millones de dólares, ha sido un componente crucial del sistema defensivo de Israel. Sin embargo, funcionarios israelíes han informado a sus homólogos estadounidenses sobre preocupaciones recientes. Existe el temor de que los sistemas de defensa actuales no puedan prevenir completamente los ataques masivos planificados por Hezbollah, que incluyen drones y misiles avanzados.
En preparación para cualquier contingencia, Israel está considerando trasladar equipo militar desde el sur de Gaza al norte del país, como medida preventiva ante una posible confrontación con Hezbollah. Esto se discute en un momento tenso, con tensiones crecientes entre Israel y el Líbano, y movimientos militares en ambos lados de la frontera.
Hezbollah, respaldado por Irán, ha aumentado su capacidad militar con el tiempo, acumulando un arsenal que incluye misiles y drones capaces de atacar objetivos específicos. Recientemente, han mostrado estas capacidades en videos publicados, incluyendo imágenes de un dron atacando una batería de la Cúpula de Hierro en el norte de Israel.
Aunque la Cúpula de Hierro ha demostrado ser efectiva en el pasado, interceptando con éxito ataques de grupos como la Jihad Islámica palestina, la amenaza planteada por Hezbollah es considerablemente mayor y más sofisticada. Funcionarios israelíes advierten que un ataque significativo de Hezbollah podría superar la capacidad de la Cúpula de Hierro para detenerlo, planteando un desafío sin precedentes para la defensa de Israel.
Este desarrollo subraya la creciente complejidad de la situación en la región, con implicaciones no solo para la seguridad de Israel y el Líbano, sino también para la estabilidad más amplia en Oriente Medio. Las próximas semanas podrían ser críticas para determinar la dirección de las tensiones y la posible escalada militar entre ambas partes.