El ejército israelí ha intensificado los ataques en el sur del Líbano, destruyendo infraestructuras y generando devastación en ciudades como Aitaroun y Naqoura, pocos días antes de la fecha límite para retirarse según el acuerdo de alto el fuego con Hezbolá.
Aunque el pacto estipulaba que las fuerzas israelíes y de Hezbolá debían retirarse antes del 26 de enero, Israel ha alegado que el Líbano no ha cumplido plenamente con sus compromisos.
Mientras tanto, medios israelíes reportan que el gobierno de Netanyahu busca extender el plazo de retirada, citando la lenta movilización del ejército libanés hacia el sur y el reagrupamiento de Hezbolá.
Las Naciones Unidas confirmaron que Israel se ha retirado de algunas áreas, pero los datos sugieren que busca mantener presencia en puntos clave.
Los residentes de ciudades como Naqoura enfrentan una crisis humanitaria tras los ataques israelíes, con edificios destruidos y servicios básicos ausentes. El alcalde de la ciudad afirmó que la reconstrucción podría tardar al menos tres años debido a la falta de fondos en medio de la prolongada crisis económica del Líbano.