Israel intensificó sus ataques en Gaza, alcanzando escuelas, viviendas y hospitales, dejando al menos 52 muertos en las últimas 24 horas, según la agencia Wafa.
Entre las víctimas están cuatro miembros de la familia Saadallah, quienes murieron en Jabalia, y otras siete personas que fallecieron tras un bombardeo a la escuela Al-Majida Wasila.
Estos ataques ocurren un día después de la masacre en el campo de refugiados de Nuseirat, donde 36 palestinos, en su mayoría de la familia al-Sheikh Ali, perdieron la vida.
En el norte de Gaza, Israel ha impuesto un asedio estricto y ha destruido decenas de viviendas en Beit Lahiya y alrededores. Las fuerzas terrestres continúan operando en la zona, mientras que bombardeos contra el Hospital Kamal Adwan han dejado herido al personal médico y fuera de servicio varias ambulancias.
Naciones Unidas ha alertado sobre el deterioro de la situación humanitaria en Gaza, señalando que mujeres y niños siguen siendo víctimas predominantes de los ataques.
Organismos internacionales han acusado a Israel de intentar una limpieza étnica al forzar el desplazamiento masivo de palestinos. La comunidad internacional y grupos humanitarios han expresado su preocupación por la escalada de violencia, que agrava aún más la crisis en la región.