Fuertes lluvias golpearon este martes los países vecinos de Grecia, Turquía y Bulgaria, ocasionando inundaciones que causaron al menos siete muertos, entre ellos dos veraneantes arrastrados por un torrente que arrasó un camping en el noroeste de Turquía.
El ministro turco del Interior, Ali Yerlikaya, señaló que otras cuatro personas estaban desaparecidas después de que la riada arrasara el camping en la provincia de Kirklareli, cerca de la frontera con Bulgaria. Según Yerlikaya, unos 12 turistas se encontraban en el lugar cuando llegaron las aguas.
Los equipos de búsqueda habían localizado dos cadáveres, indicó en X, la plataforma de medios sociales antes conocida como Twitter. “Los esfuerzos de búsqueda y rescate de los cuatro desaparecidos continúan sin interrupción”, añadió.
En Estambul, la mayor ciudad de Turquía, las fuertes lluvias inundaron calles y viviendas en dos barrios, dejando al menos dos muertos, según comunicó la oficina del gobernador.
Alrededor de una docena de personas fueron rescatadas tras quedar atrapadas en el interior de una biblioteca, mientras que algunas estaciones de metro fueron cerradas. El gobernador de Estambul, Davut Gul, llamó a los motoristas a quedarse en casa.
Mientras, en Grecia, la policía prohibió el tráfico en la ciudad de Volos, en la cercana región montañosa de Pilion y en la isla turística de Skiathos, debido a las precipitaciones récord que causaron al menos una muerte, canalizaron torrentes de agua hasta los muslos por las calles y arrastraron coches.
Los bomberos informaron que un hombre había muerto cerca de Volos cuando una pared se dobló y le cayó encima. Cinco personas desaparecieron, posiblemente arrastradas por las aguas.
Más al norte, en Bulgaria, el Primer Ministro Nikolay Denkov dijo que dos personas habían muerto y otras tres estaban desaparecidas tras una tormenta que causó inundaciones en la costa meridional del Mar Negro.
El desbordamiento de los ríos causó graves daños en carreteras y puentes. La zona también sufrió cortes de electricidad, y las autoridades advirtieron a los residentes que no bebieran agua del grifo debido a la contaminación de las aguas de las inundaciones.
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