La compañía estadounidense Intel anunció la construcción de lo que promete ser la «la fábrica de chips más grande del mundo» en el estado de Ohio. El gigante tecnológico planea invertir hasta 100.000 millones de dólares en la iniciativa.
La decisión es parte de la estrategia de la corporación para restaurar su dominio en la fabricación de los circuitos integrados y, de esa manera, reducir la dependencia de Estados Unidos de los centros de producción asiáticos, en el marco de la crisis de escasez global de estos dispositivos.
El director ejecutivo de la compañía, Pat Gelsinger, reveló que la inversión inicial de Intel en su nueva planta en Ohio es de 20.000 millones, la mayor de la historia del estado.
La fábrica se erigirá en un área de 1.000 acres cerca de 405 hectáreas en la ciudad de New Albany. Se estima que la instalación creará 3.000 nuevos empleos en la región.
Los planes de Intel, sin embargo, no aliviarán la actual escasez de suministro en el mercado de los chips. Esto se debe a que tales fábricas tardan años en construirse. Gelsinger reiteró que estima que la escasez de circuitos integrados persista hasta 2023.
Gelsinger asegura que la fábrica de Ohio se erigirá con o sin la ayuda gubernamental, sin embargo apuntó que, de no recibir los fondos, la construcción «simplemente no va a suceder tan rápido y no va a crecer tan aceleradamente».
Gelsinger reveló, además, que espera que Intel anuncie la construcción de plantas en Europa en los próximos meses. Las fábricas de Arizona deben producir sus primeros chips solamente en 2025.