Los insultos racistas pronunciados el domingo contra el futbolista brasileño Vinícius Júnior durante el partido de la Liga Española que disputaron los clubes de Valencia y Real Madrid han trascendido hasta los niveles más altos de Estado y de Gobierno tanto en Brasil como en España.
La gravedad de los hecho generó repudio en Brasil y el Gobierno que encabeza el presidente Luiz Inácio Lula da Silva instó a las autoridades internacionales de este deporte, como la FIFA, a tomar medidas para «evitar que el racismo se apodere del fútbol».
«Quería hacer un gesto de solidaridad con Vinicius Jr., un joven que sin duda es el mejor jugador del Real Madrid y que sufre reiteradas agresiones. Espero que la FIFA y otras entidades tomen medidas para evitar que el racismo se apodere del fútbol», expresó Lula en Twitter.
Horas antes, en una rueda de prensa desde Japón, el mandatario brasileño se refirió al tema y dijo que «no es posible que casi en pleno siglo XXI» sigan existiendo «prejuicios raciales ganando fuerza en varios estadios de fútbol de Europa».
De igual manera, el Ministerio de Igualdad de Brasil se manifestó en contra de las agresiones y repudiaron el ataque racista contra Vinícius Júnior. «Notificaremos a las autoridades españolas y a La Liga. ¡El Gobierno brasileño no tolerará el racismo ni aquí ni fuera de Brasil!».