La Policía de Buenos Aires, Argentina, apresó el lunes a un hombre de 47 años por haber asesinado y descuartizado a su padre, en un hecho ocurrido en el barrio Valentín Alsina de la localidad de Lanús.
Alexis Duilio Pachu es el único sospechoso por el asesinato de su progenitor, Atilio Pachu, un jubilado de 83 años con el que convivía, y cuyo cuerpo desmembrado fue encontrado dentro de una valija abandonada en una plaza de la zona.
Luego de la detención, Alexis Pachu admitió ser el responsable de la muerte y el descuartizamiento de su padre, cosa que hizo para «seguir cobrando la jubilación», pero afirmó que ya había muerto cuando lo desmembró, señaló una fuente de la investigación.
«Mi viejo me tenía cansado», fue el alegato del hombre capturado ante la Policía, según TN.
La presencia del cadáver en una maleta fue reportada por un vecino horas después de la Navidad. El cuerpo no tenía manos ni cabeza, partes que fueron encontradas luego dentro de un congelador en el domicilio del detenido.
Se cree que el asesinato de Atilio Pachu ocurrió minutos después del brindis de Nochebuena, tras una discusión familiar. Cámaras de seguridad captaron al hijo de la víctima trasladando la valija pasada la medianoche del domingo.
Durante el allanamiento a su vivienda, ubicada a 300 metros de la plaza en la que fue encontrada la maleta, la Policía encontró un cuchillo con rastros de sangre, así como marcas de arrastre en el pasillo de ingreso.
¡Qué locura! ¿Quién haría algo así por dinero? No hay justificación para eso.
¡Qué locura! ¿Se merecía su herencia o solo un acto de locura?
¿Y si en realidad el padre se lo merecía? No sabemos la historia completa.
No hay excusa para la violencia. Nadie merece ser maltratado, sin importar la historia completa. Justificar el abuso solo perpetúa un ciclo de violencia. Es importante condenar cualquier acto de violencia, sin importar las circunstancias.
¡Vaya locura! ¿Y si en realidad era un acto de misericordia?
¡Interesante perspectiva! Aunque la línea entre misericordia y locura puede ser muy delgada, es importante reflexionar sobre las motivaciones detrás de las acciones. A veces lo que parece ser caótico puede tener un propósito más profundo. ¿Qué piensas?
¡Increíble! ¿Y si el padre estaba de acuerdo? ¿Quién juzga la situación?
¡Increíble! ¿Y si el padre estaba de acuerdo? ¿Quiénes somos para juzgar?
¡No hay excusa para la violencia! Incluso si el padre estaba de acuerdo, eso no justifica la agresión. Debemos condenar cualquier forma de abuso, independientemente de las circunstancias. No podemos permitir que el consentimiento sea usado como excusa para perpetuar la violencia. ¡Nunca está bien!