Los hutíes de Yemen han pasado de ser una amenaza local a convertirse en un actor clave en la región, desafiando a Israel y Occidente. Desde el inicio de la guerra en Gaza, han realizado ataques con misiles y drones contra Israel y han atacado barcos en el Mar Rojo, afectando el comercio global.
Estas acciones les han dado popularidad en Yemen y en sectores propalestinos, mientras que EE.UU. y el Reino Unido han respondido con bombardeos contra sus posiciones.
Washington los ha vuelto a designar como organización terrorista y busca debilitarlos en conjunto con sus aliados. Israel también ha lanzado ataques contra los hutíes y amenaza con eliminar a sus líderes.
A pesar de la presión, el grupo mantiene su control sobre vastos territorios yemeníes y cuenta con armamento avanzado, lo que le permite resistir los intentos de neutralización.
A futuro, los hutíes podrían reducir su actividad militar si cesa la guerra en Gaza, pero si el conflicto se intensifica, es probable que sigan con sus ataques, enfrentando represalias más fuertes. Aunque su caída no está garantizada, Occidente y sus aliados han puesto su eliminación como prioridad, lo que podría derivar en un enfrentamiento prolongado.