Desde el año 2000 se celebra todos los 29 de septiembre, el Día Mundial del Corazón, que tiene como objetivo concientizar a la población sobre el impacto de las enfermedades cardiovasculares y su prevención.
En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte. Alrededor de 18 millones de personas mueren al año a nivel mundial por esta razón, superando al cáncer y enfermedades respiratorias, por lo que es destacable destinar un día de concientización y ocuparnos con seriedad del tema.
Para tomar dimensión de este gran problema, basta con pensar en algún familiar, amigo o vecino que haya tenido una enfermedad cardíaca. Cuanta más edad tengamos, más nombres vendrán a nuestra mente.
A lo largo del tiempo ha ido en aumento la población con problemas cardíacos como la aterosclerosis, dañando las arterias e incrementando la mortalidad y morbilidad por causas cardiovasculares.
Cabe destacar que se trata de una enfermedad que se puede prevenir, y actualmente es considerada una verdadera pandemia.
¿Cómo podríamos evitarla?
La American Heart Association propuso una métrica de salud cardiovascular utilizando siete factores que la favorecen, que son:
1) Abstenerse del hábito de tabáquico.
2) Realizar actividad física.
3) Mantener una dieta saludable.
4) Cifras de tensión arterial menor a 120/80.
5) Colesterol total menor a 200mg/dl.
6) Evitar la diabetes mellitus (que son desencadenados, por ejemplo, con la alimentación rica en azúcares).
7) Evitar la obesidad.
En esto, propongo un ejercicio mental donde analizamos cuánto de los 7 factores cumplimos nosotros o nuestros hijos y probablemente la conclusión será que necesitamos cambiar algunos hábitos.
La vida actual tan avanzada, donde todo es “YA” y no existe la posibilidad de perder un minuto; donde nuestros hijos y nosotros mismos pasamos horas entretenidos por aparatos electrónicos que no necesitan interacción; y donde muchos vivimos absorbidos por las obligaciones laborales, nos lleva a ceder espacios que va ganando la enfermedad cardiovascular.
La aterosclerosis comienza en la primera infancia y si no intervenimos no pararemos su progresión.
Esta pandemia es silenciosa y expansiva, y existe la manera de evitarla, por lo que volvemos a la pregunta si es necesario destinar un día de concientización para cuidar al corazón, la respuesta es sí.