Cada cuarto lunes de enero se celebra el Día Internacional del Community Manager, una profesión que ha ganado un lugar crucial en el mercado digital y empresarial, siendo la conexión directa entre las marcas y sus audiencias a través de las redes sociales.
Los community managers son responsables de gestionar las interacciones de una marca, responder a los comentarios de los usuarios, analizar métricas y mantener una comunicación efectiva con los seguidores. Aunque su labor puede parecer sencilla, requiere habilidades estratégicas, capacidad de análisis y una gran empatía para interactuar con diversas audiencias.
La tarea de un community manager va más allá de publicar contenido. Sus responsabilidades incluyen:
• Responder a los comentarios o mensajes no atendidos.
• Analizar estadísticas de las redes sociales para ajustar estrategias.
• Gestionar y programar publicaciones, así como monitorear su impacto.
• Compartir contenido relevante y estar al tanto de las noticias del sector.
• Diseñar planes de gestión de crisis en caso de controversias o problemas en la comunicación de la marca.
La demanda de community managers sigue en aumento. En España, se prevé que en los próximos tres años se abran entre 60,000 y 70,000 nuevos puestos en este campo. Según datos de IAB, en 2016, el 31% de los consumidores jóvenes afirmaron que la ausencia de una marca en redes sociales genera desconfianza, subrayando la importancia de este rol.
Además, es una profesión bien remunerada. En Estados Unidos, un community manager puede ganar alrededor de $67,000 al año.
El impacto del community manager trasciende lo digital, convirtiéndose en una figura clave para construir relaciones sólidas entre las empresas y sus audiencias, garantizando no solo la fidelidad de los clientes, sino también el crecimiento de las marcas en el competitivo entorno digital.