Cada 6 de enero, millones de niños en el mundo despiertan con ilusión, esperando descubrir los regalos que los Reyes Magos dejaron en sus hogares.
Esta tradición es especialmente significativa en países de habla hispana como España, México y Venezuela, donde el Día de Reyes marca el final de la Navidad y la celebración de la Epifanía, una festividad de profundo simbolismo religioso.
El Día de Reyes conmemora la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar, los sabios que viajaron desde Oriente guiados por una estrella para adorar al Niño Jesús y ofrecerle oro, incienso y mirra, simbolizando su reconocimiento como el Salvador del mundo. Esta tradición tiene raíces bíblicas y culturales, y la Iglesia Católica celebra esta fecha como la Epifanía, el día en que Jesús se manifiesta al mundo pagano.
Aunque los Evangelios no dan detalles concretos sobre los Magos, se les describe como hombres sabios, estudiosos de las estrellas y nobles provenientes de Oriente. A lo largo de los siglos, sus figuras evolucionaron, siendo representados inicialmente con trajes persas y más tarde como reyes con coronas, simbolizando los continentes conocidos en aquel entonces: Asia, Europa y África.
Actualmente, la tradición se mantiene viva con la entrega de regalos, procesiones y la emblemática Rosca o Roscón de Reyes, un pan dulce que reúne a familias en torno a esta festividad. Pero, más allá de los obsequios, el Día de Reyes celebra valores universales como la fe, la esperanza y la generosidad, recordando que la magia no solo está en los regalos, sino en el espíritu de compartir y celebrar en comunidad.