Este sábado, la tensión en la frontera entre Líbano e Israel aumentó considerablemente cuando el grupo chií libanés Hizbulá lanzó ocho ataques contra el norte de Israel. En respuesta, un bombardeo israelí en el sur del Líbano causó la muerte de un adolescente de 17 años, según informaron diversas fuentes.
El Ministerio de Salud libanés confirmó que el menor perdió la vida y otras seis personas resultaron heridas, algunas de gravedad, debido al ataque en la aldea de Deir Seryan. Esta localidad, junto con otras en el sur del Líbano, ha sido blanco de las fuerzas israelíes en una serie de bombardeos recientes.
Horas antes, un ataque con dron israelí cerca de la localidad sureña de Al Bazouriye resultó en la muerte de Nazih Abed Ali, miembro de Hizbulá. Aunque el Ejército israelí confirmó la operación, Hizbulá solo comunicó el fallecimiento de su combatiente sin dar detalles sobre las circunstancias.
Durante la jornada, Hizbulá reivindicó la autoría de ocho ataques contra posiciones militares israelíes en el norte del país, utilizando proyectiles de artillería y cohetes. El grupo afirmó que estas acciones eran en defensa de las aldeas del sur del Líbano, muchas de las cuales han sufrido devastación por los recientes bombardeos israelíes.
Este episodio de violencia ocurre en un contexto de alta tensión tras el asesinato del comandante de Hizbulá, Fuad Shukr, en Beirut por Israel, y la muerte de Ismail Haniyeh, líder del buró político de Hamás, en Teherán, en un ataque atribuido al Estado judío.
A pesar de que Hizbulá ha retomado sus operaciones contra objetivos militares israelíes, las represalias esperadas por el asesinato de Shukr aún están por llegar, mientras continúa el conflicto armado iniciado tras la reciente escalada en la Franja de Gaza.