Gregory Matías Gutiérrez, hijo del senador puertorriqueño Gregorio Matías, se declaró culpable por su implicación en el asesinato del policía Miguel Pérez Ríos en 2015.
Admitió haber sido el conductor del vehículo que recogió a los sicarios tras el ataque en una gasolinera de San Juan. Su confesión es parte de un acuerdo con la Fiscalía federal, que también lo vincula con una red de narcotráfico.
Además del asesinato, Matías Gutiérrez aceptó cargos relacionados con la conspiración para distribuir drogas y el uso de armas de fuego en actividades criminales.
Según documentos judiciales, él operaba un punto de venta de drogas en un residencial de San Juan y manejó entre 50 y 150 kilogramos de cocaína durante la conspiración. La Fiscalía incluyó estos delitos en su alegato de culpabilidad.
El acuerdo establece una pena máxima de 20 años de prisión, una multa de hasta 250,000 dólares y cinco años de libertad supervisada. La audiencia para dictar sentencia fue programada para el 22 de mayo en el Tribunal Federal de Hato Rey, en San Juan.