El nuevo líder de Hezbolá, Naim Qassem, reafirmó en un discurso televisado el compromiso del movimiento libanés con el Gobierno sirio frente a los recientes ataques de grupos terroristas como Hayat Tahrir al Sham, apoyados, según él, por Estados Unidos e Israel.
Qassem calificó estos ataques como parte de un plan expansionista que busca desestabilizar la región desde el inicio de la crisis siria en 2011.
El dirigente también denunció la pasividad de los países árabes frente a los conflictos en Gaza y Siria, advirtiendo que cualquier victoria de Israel no solo afecta a Palestina, Siria y Líbano, sino a toda la región.
Instó a las naciones árabes y musulmanas a tomar medidas más decisivas contra el avance de los grupos islamistas radicales y el proyecto israelí. Qassem reiteró que Hezbolá no escatimará esfuerzos para frustrar estas agresiones y proteger a Siria.
Además, resaltó la necesidad de unidad en el mundo árabe para enfrentar las amenazas comunes, mientras acusó a los grupos takfirís de ser herramientas utilizadas por potencias extranjeras para sembrar el caos en Oriente Medio.