El huracán Helene ha alcanzado la categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora, y sigue fortaleciéndose mientras se dirige hacia la costa de Florida.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se espera que Helene se convierta en un huracán de categoría mayor en las próximas horas, y su impacto en Florida podría generar vientos devastadores, marejadas ciclónicas e inundaciones en una amplia región costera.
El sistema se encuentra a aproximadamente 550 kilómetros al sur de Tampa y continúa avanzando hacia el noroeste. Con Helene en camino, Florida se prepara para lo que podría ser el cuarto huracán que impacte tierras estadounidenses este año, luego de Beryl, Debby y Francine.
Las autoridades han emitido alertas para varias áreas del estado, instando a los residentes a prepararse para posibles evacuaciones y condiciones peligrosas. La trayectoria proyectada del huracán indica que llegará a la península de Florida esta misma noche como un huracán de categoría 3 o mayor, lo que aumenta la preocupación por la magnitud de los daños.
La temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó en junio, está cumpliendo con los pronósticos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA), que anticipó una actividad por encima del promedio.
Con hasta 13 huracanes previstos para este año, Helene se une a una serie de sistemas cada vez más potentes que amenazan con dejar una huella significativa en la región. Las autoridades continúan monitoreando de cerca su evolución mientras refuerzan los preparativos para mitigar el impacto del huracán.