La vicepresidenta Kamala Harris se distanció del presidente Joe Biden después de que este calificara de «basura» a los seguidores de Donald Trump, en respuesta a un chiste racista del exmandatario sobre los puertorriqueños.
Durante una declaración ante la prensa, Harris afirmó que estaba «totalmente en desacuerdo» con cualquier crítica hacia las personas basada en sus preferencias de voto.
La controversia surgió en medio de la campaña electoral, donde las tensiones entre demócratas y republicanos continúan intensificándose.
La posición de Harris busca enfocar la atención en la necesidad de respetar a los votantes, independientemente de su afiliación política.
La declaración de Harris podría interpretarse como un intento de suavizar las tensiones dentro del Partido Demócrata y de mantener la cohesión entre los votantes, especialmente en un clima electoral polarizado.
Harris se está buscando su espacio, no quiere quedar pegada a esa polémica.
En este juego político, mejor no meterse en líos, que la cosa está caliente.
Eso de criticar a los votantes no es pa’ cualquiera, hay que tener cuidado con lo que se dice.
Harris sabe que tiene que mantener la calma, la campaña está que arde.
Aquí nadie quiere perder votos, cada palabra cuenta en esta vaina.
La política es así, a veces hay que desmarcarse pa’ no quedar mal con el electorado.
Cada quien a su juego, lo importante es que el partido no se divida más.
La política en Estados Unidos está dura, cualquier error puede costarles mucho.
Al final, la gente quiere respeto, no importa de qué lado esté.
Bueno si