Haití: La falla de Enriquillo

La falla de Enriquillo, es una falla transcurrente que pasa en el lado sur de la Isla La Española, donde se encuentra la República Dominicana y Haití.​ Recibe su nombre por el lago Enriquillo en la República Dominicana, donde la falla tiene su origen, y se extiende a través de la parte sur de La Española sobre el mar Caribe a la región del Río Plantain Garden en Jamaica.

Los reportes históricos registran que Haití fue estremecida con un sismo en el 1751 cuando estaba bajo control francés y otro sismo en 1770 de 7,5 en la escala de Ritcher que devastó Puerto Príncipe por completo. El historiador francés Moreau de Saint-Méry (1750-1819), dijo “mientras que ningún edificio sufrió daños en Puerto Príncipe durante el terremoto del 18 de octubre de 1751, la ciudad entera colapsó durante el terremoto del 3 de junio de 1770″.

Otro fenómeno se registró el 7 de mayo de 1842, donde afectó la ciudad de Cabo Haitiano, así como otras del norte de Haití y la República Dominicana, para los años 1887 y 1904 se produjeron dos terremotos, uno por año, en el norte del país, causando daños importantes.

En el 1946, un terremoto de magnitud 8.0, se registró en la República Dominicana afectando también a Haití. Este sismo produjo un tsunami que mató a 1.790 personas.

Observando la frecuencia de estos eventos, se han realizado diversos estudios de prevención de terremotos, por ejemplo, en el 1992 los especialistas C. DeMets y M. Wiggins-Grandison establecieron como conclusión la posibilidad de que falla de Enriquillo, pudiera estar al final de su ciclo sísmico y pronosticó un escenario, en el peor de los casos, de un terremoto de magnitud 7,2, similar en magnitud al terremoto de Jamaica de 1692.

Igualmente en la Conferencia Geológica del Caribe, marzo 2008, el especialista Paul Mann y su equipo presentaron su informe en 2006 una evaluación de riesgo en la falla de Enriquillo, recomendando “de alta prioridad» los estudios históricos de movimientos sísmicos, como el de la falla, que fue totalmente bloqueada y había registrado algunos terremotos en los últimos 40 años.

También el geólogo Charles Patrick, según artículo publicado en el diario Le Matin de Puerto Príncipe en septiembre de 2008, indicaba que había un alto riesgo de mayor actividad sísmica en Puerto Príncipe.

12 Enero 2010, otro terremoto de magnitud 7.2, sacude Haití, el país más pobre de América, donde más de 316.000 personas murieron, 350.000 resultaron heridas y más de 1,5 millones se quedaron sin hogar, según cifras del gobierno haitiano.

Hoy nuevamente 11 años y 7 meses después, 14 agosto 2021, otro terremoto se registró a las 08.29 hora local (12.29 GMT) al noreste de Saint-Louis du Sud, en el sur de Haití, y tuvo una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés), dejando hasta el momento 304 personas fallecidas y daños importantes en la infraestructura.

Las autoridades de EE.UU. emitieron una alerta de tsunami en la capital y algunas costas de Haití debido al terremoto y advirtieron que es “probable” que el sismo deje “un alto número de víctimas”.

Dios tenga misericordia del pueblo haitiano, pues su proceso histórico y social sigue siendo muy complejo. Ahora este terremoto agudiza los problemas que ya se venía sufriendo desde años antes, como la desestabilización política, pandillas, grupos armados y falta de institucionalidad, que se apoderan del país y otros grupos sacando beneficios del caos.

Siendo uno de los países más propensos a sufrir desastres naturales, tanto por su ubicación en zonas tropicales y al medio ambiente degradado y deforestación. Tampoco ha mantenido una buena relación con la República Dominicana, sus vecinos más cercanos, le extienden la mano todo el tiempo y ellos corresponden secuestrando a dominicanos práctica que se ha vuelto reincidente.

Múltiples sectores de la República Dominicana, insisten que el problema haitiano no tiene solución en Haití, pues no existe una élite dirigente capaz ni interesada en sacar a Haití hacia adelante; y más lamentable aún la falta de interés de la comunidad internacional que también tiene su cuota de responsabilidad.

Concluyo con la siguiente cita bíblica:

“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”.

1 Corintios 7:14