El Ministerio de Defensa de Rusia informó que las fuerzas rusas eliminaron a un grupo de mercenarios extranjeros y soldados ucranianos en un intento de incursión en la provincia rusa de Kursk.
El ataque fue realizado mediante un misil con ojiva termobárica en la periferia sur de Sudzha, resultando en la eliminación de 15 mercenarios. Este evento es parte de la continua represión de las tropas rusas contra los grupos móviles ucranianos que intentan penetrar en territorio ruso.
Las fuerzas rusas atacaron personal y equipos del régimen de Kiev en varias localidades rusas como Nikoláyevo-Dárino, Guyevo, Liubímovka, Zeliony Shliaj y Sverdlikovo. Además, llevaron a cabo ataques en la región de Sumy, destruyendo reservas enemigas.
A lo largo de la jornada, las tropas ucranianas perdieron hasta 175 soldados y 36 vehículos blindados, incluidos 10 tanques y varios otros vehículos de combate y artillería.
En total, durante los combates en el área de Kursk, las pérdidas ucranianas ascendieron a 1,120 militares y 140 vehículos blindados.
Las fuerzas rusas continúan con la operación de destrucción de las formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania, destacando la gravedad del conflicto y la intensidad de las operaciones militares en curso.
Este ataque subraya la intensificación del conflicto entre Rusia y Ucrania, demostrando cómo los enfrentamientos están cruzando cada vez más las fronteras y afectando a territorios rusos.
La eliminación de un grupo de mercenarios y soldados ucranianos utilizando misiles con ojivas termobáricas muestra la capacidad de Rusia para utilizar armamento avanzado en la defensa de su territorio.
El uso de misiles termobáricos por parte de Rusia demuestra el empleo de tecnologías militares avanzadas en el campo de batalla, aumentando la letalidad de los ataques.
Las operaciones militares y los ataques en regiones como Kursk y Sumy pueden tener efectos desestabilizadores en la región, afectando la vida de los civiles y la seguridad regional a largo plazo.
Las acciones militares en áreas como Kursk podrían potencialmente escalar el conflicto, llevando a una mayor confrontación directa entre las fuerzas rusas y ucranianas, y posiblemente, otros actores internacionales.