Una gran multitud de trabajadores ferroviarios entraron este jueves en el edificio que alberga la sede de la compañía estadounidense BlackRock localizada en el centro de París.
Coreando consignas y lanzando petardos, los manifestantes volvieron a reunirse otra vez en contra de la reforma de pensiones. Esta vez, los franceses seleccionaron al BlackRock debido a su actividad con fondos de pensiones privados.
«El Gobierno quiere tirar las pensiones, quiere obligar a la gente a financiar su propia jubilación con fondos de pensiones privados, pero lo que sabemos es que solo los ricos podrán beneficiarse con semejante sistema», expresó una integrante de la marcha, Françoise Onic.
«Estamos aquí, estamos aquí, aunque Macron no nos quiera, estamos aquí», cantaban los manifestantes, sujetando bombas de humo.
La jornada anterior, los manifestantes también irrumpieron en el Grand Théâtre de Bordeaux (Gran Teatro de Burdeos) y retrasaron un cuarto de hora el inicio de un espectáculo. Un grupo de personas que no estaban afiliadas a los sindicatos del personal del teatro, subieron al escenario para llamar la atención de los espectadores sobre las consecuencias de la reforma que elevará la edad de jubilación de 62 a 64 años.