República Dominicana.- Residentes de las comunidades La Piñita, La Cerca, Jobo Claro, El Naranjo y La Laguna en la provincia Sánchez Ramírez, se manifestaron este miércoles frente al Palacio Nacional en demanda de que alrededor de 450 familias sean reubicadas «ante el eventual colapso de la Presa de Cola y El Yagal».
Los manifestantes alertaron que una «desgracia humana está a la puerta» ya que la Presa de Cola en apenas 5 horas, tras un posible colapso, podría arrasar estas comunidades con todas sus familias y llevar hasta la costa atlántica en Samaná y Nagua «millones de toneladas de desechos envenenados que produce la minera canadiense Barrick Gold».
De acuerdo a Leoncia Ramos, después de la llegada de la minera, las comunidades no cuentan con agua potable, aseguró que el gobierno les suministra tres galones de agua dos veces a la semana desde hace 10 años.
«El agua que nos dan es agua en botellones el gobierno, nos dan dos y tres botellones de agua dos veces a la semana y tienen 10 años dándonos eso entonces no es posible que nosotros seguimos viviendo en ese lugar donde cada día se nos complica cada vez más la vida (…)», expresó Ramos, quien es la vocera del Comité Nuevo Renacer.
«El agua es vida y donde no hay agua no hay higiene», agregó.
En una carta dirigida al presidente de la República, Luis Abinader, pidieron ser escuchados y llamaron al gobierno a «evitar un verdadero genocidio» de no reubicar las 450 familias y detener la construcción de un nuevo almacenamiento de lodos tóxicos tres veces más grande que el actual y apenas 800 metros de la existente Presa de Cola».
Es alentador ver a estas comunidades unidas y exigiendo medidas para proteger sus vidas.
El gobierno debe tomar en serio esta situación y actuar rápidamente.
Es positivo que se estén levantando voces para detener la construcción que puede representar un peligro para el medio ambiente y las personas. Es hora de priorizar la seguridad sobre el desarrollo.
Es alentador que estas comunidades estén demandando reubicación debido al peligro inminente. Esperemos que el gobierno responda con soluciones concretas y rápidas.
Me llena de esperanza ver a estas familias unidas y luchando por su derecho a una vida segura. Es hora de que el gobierno escuche y actúe en consecuencia.
Es positivo que estas familias estén exigiendo su derecho a vivir en un entorno seguro y saludable.
Espero que esta protesta genere cambios reales y rápidos.
Es lamentable que el gobierno haya permitido esta situación por tanto tiempo, dejando a estas comunidades en riesgo. La falta de acción es inaceptable.
Es decepcionante que las comunidades hayan tenido que llegar a este punto para ser escuchadas.
Es preocupante la falta de respuesta efectiva del gobierno frente a una situación de riesgo evidente.
Que hagan caso a la queja de esta gente para que luego no estamos lamentando una catástrofe, en una situación así no se puede vivir
Es triste ver cómo las comunidades carecen de servicios básicos como agua potable debido a intereses comerciales.
Es alarmante que, a pesar de las advertencias, la amenaza para estas comunidades persista. Eso significa que ya tan hartos.