El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, fue condenado a 45 años de prisión y cinco años más de «libertad supervisada» por la Corte del Distrito Sur de Nueva York. Hernández fue hallado culpable de tres delitos relacionados con narcotráfico y porte de armas de fuego.
La sentencia fue dictada por el juez Kevin Castel, quien declaró que Hernández y sus cómplices traficaron más de 400 toneladas de cocaína a EE.UU. durante sus ocho años de gobierno (2014-2022).
Antes de la sentencia, Hernández pidió clemencia, alegando que había sido elogiado por su lucha contra el narcotráfico por la DEA y tres presidentes estadounidenses. Sin embargo, la Fiscalía afirmó que Hernández convirtió a Honduras en un narcoestado, corrompiendo las instituciones para mantener su poder.
La esposa de Hernández, Ana García, expresó en redes sociales su apoyo y convicción de su inocencia. La familia del exmandatario planea apelar la sentencia, insistiendo en su inocencia y en la parcialidad del juez Castel.