El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, negó ayer que su hijo Carlos Bolsonaro, concejal de Río de Janeiro, esté implicado en un caso de espionaje ilegal, precisamente en una jornada en la que la Policía Federal allanó su vivienda.
«Están lanzando la red de pescar en una piscina, no hay peces», dijo al diario Folha de Sao Paulo el exmandatario (2019-2022).
Se recuerda que los agentes allanaron el hogar del concejal en Río de Janeiro, en una operación que fue transmitida en directo por televisión, y que también tuvo como objetivo la Cámara Municipal de la ciudad carioca, así como a los asesores del político.
Estas acciones forman parte de las investigaciones que se realizan sobre una supuesta mafia en la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), durante la administración del ultraderechista, que presuntamente espiaba de manera ilegal a políticos y autoridades.
«Quieren humillarme, hacerme pasar por una situación incómoda», criticó Bolsonaro, quien aseveró que ni él ni su vástago están envueltos en el escándalo de ABIN. «No sucederá», indicó en referencia a la posibilidad de que hallen pruebas que los relacionen al caso.
Esto le viene estupendo a los corruptos de nuestro parlamento. La atención bien desviada y el consuelo de que hay corruptos mucho más escandalosos que los nuestros.
Se usa la inteligencia, no las tripas para debatir y rebatir.
No importa quién lo niegue, la verdad siempre sale a la luz. Si hay pruebas contundentes, la justicia debe prevalecer, sin importar quién esté involucrado. Todos deben ser responsables de sus acciones, sin excepción. La transparencia es fundamental en casos como este.
¡No me lo creo! ¿Y si todo esto es una cortina de humo para desviar la atención?
¡Vaya teoría de la conspiración! A veces la realidad es más simple de lo que parece. ¿Por qué complicarse con cortinas de humo cuando la verdad está a la vista? Mejor centrémonos en hechos concretos en lugar de divagar en elucubraciones sin fundamento.