Un volcán en el suroeste de Islandia entró en erupción este martes cerca de la ciudad de Grindavík, apenas unas horas después de que las autoridades evacuaran la zona y el balneario turístico de Laguna Azul.
La fisura volcánica, que alcanzó unos 500 metros de largo, comenzó a expulsar lava y gases tóxicos, mientras las sirenas de alerta sonaban en la comunidad. La Oficina Meteorológica de Islandia advirtió que la fisura sigue creciendo y podría extenderse aún más.
Las cámaras en la zona mostraron el avance de la lava hacia Grindavík, una localidad que ya había sido evacuada en gran parte hace un año debido a la actividad volcánica en la península de Reykjanes.
La erupción fue precedida por una intensa serie de terremotos, lo que permitió a las autoridades tomar medidas preventivas a tiempo. Este evento recuerda la erupción del Eyjafjallajökull en 2010, que causó un gran caos aéreo en Europa debido a la nube de ceniza que se extendió por el continente.
Islandia, ubicada sobre una zona de intensa actividad geológica en el Atlántico Norte, ha experimentado varias erupciones en los últimos años. Sin embargo, la ubicación y el tamaño de esta nueva fisura han generado preocupación por su posible impacto en la infraestructura local.