A partir del miércoles 2 de abril, los ciudadanos europeos deberán obtener una Autorización Electrónica de Viaje (AEV) para ingresar al Reino Unido.
Este permiso, similar al ESTA de EE.UU., tendrá un costo de 10 libras esterlinas (15.5 dólares), que aumentará pronto a 16 libras (20.6 dólares), y será válido por dos años. La medida busca reforzar la seguridad fronteriza tras el Brexit y aplica a los ciudadanos de la Unión Europea, excepto Irlanda.
La AEV permitirá a los viajeros permanecer en el Reino Unido hasta seis meses y realizar múltiples entradas durante su validez. Sin embargo, si el pasaporte cambia, se deberá renovar la autorización. Estarán exentos quienes solo hagan tránsito en aeropuertos, los que tengan visado, los residentes en el Reino Unido y los ciudadanos irlandeses.
El trámite ya se exigía desde enero a ciudadanos de EE.UU., Canadá y Australia. Hasta finales de 2024, el Reino Unido había emitido 1.1 millones de AEV. Según el gobierno británico, esta expansión del sistema forma parte de su estrategia para mejorar la seguridad mediante tecnología e innovación.
El Brexit sigue cobrando su peaje, ahora con este permiso para entrar.
Primero 10 libras, después 16… ya sabemos por dónde va la cosa.
Básicamente, si eres europeo, ahora necesitas un ticket para visitar Londres.
Irlanda, como siempre, con trato VIP en todo lo que haga Reino Unido.
No es un visado, pero igual es otro filtro más para controlar quién entra.