El incendio ocurrido en un dormitorio escolar de Guyana, en el que murieron 19 menores, fue provocado deliberadamente por una estudiante molesta porque le confiscaran el teléfono celular, informó AFP, citando a fuentes gubernamentales.
Al parecer, la adolescente había amenazado esa misma noche con incendiar la residencia y más tarde prendió fuego a un cuarto de baño. A pesar de los esfuerzos de otras alumnas por extinguir las llamas, el fuego arrasó rápidamente con el techo de madera y acabó destruyendo todo el edificio, que en total albergaba a 57 estudiantes de entre 11-12 y 16-17 años.
La sospechosa del incendio, quien se encuentra entre los heridos, fue sancionada por el administrador de la residencia por mantener una relación con un hombre mayor que ella, según declaró el asesor de Seguridad Nacional, Gerald Gouveia.
Todas menos una de las víctimas eran niñas indígenas de entre 12 y 18 años provenientes de aldeas remotas y quienes asistían al internado de Madhia, una comunidad minera cercana a la frontera con Brasil. La víctima restante era el hijo de cinco años de la madre de la casa.
«La madre de la casa estaba durmiendo en ese momento dentro del edificio, pero entró en pánico y no pudo encontrar las llaves adecuadas para abrir el edificio desde dentro, pero consiguió salir. También perdió a su hijo de cinco años en el incendio», explicó Gouveia.
Además de las fallecidas, unas 20 menores fueron trasladadas a un hospital en estado crítico. La Policía estudia la posibilidad de presentar cargos contra la alumna implicada.