Estados Unidos realizó un ataque aéreo de precisión en Somalia dirigido contra miembros de ISIS, incluida la eliminación del principal planificador de atentados del grupo. Los bombardeos tuvieron lugar en las montañas de Golis, en la región de Puntland, donde los terroristas se habían ocultado en cuevas.
Según el presidente Donald Trump, esta operación fue parte de su estrategia para eliminar a los responsables de amenazas terroristas contra Estados Unidos y sus aliados. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, indicó que no se produjeron víctimas civiles durante los ataques.
La operación se enmarca dentro de la política de Trump de intensificar los esfuerzos contra el terrorismo, a diferencia de su predecesor Joe Biden. Trump subrayó que su gobierno fue más rápido y decidido al actuar, respondiendo con firmeza ante la amenaza de ISIS.
Tras el ataque, el presidente aprovechó para criticar a la administración anterior, acusándola de no haber actuado con la urgencia necesaria.
Este ataque forma parte de un esfuerzo más amplio de Estados Unidos por eliminar a los líderes de ISIS en Somalia, un país clave en la expansión de este grupo terrorista en África.
Aunque la última ofensiva importante se realizó en 2023, la reciente acción de Trump refleja la persistencia de Estados Unidos en proteger a sus ciudadanos de las amenazas globales.