España desmanteló una red de blanqueo de capitales dirigida por una mafia china con operaciones en varios países, incluida la República Dominicana. La organización movió millones de euros en efectivo utilizando «mulas» que transportaban el dinero en vuelos comerciales, llegando a llenar un avión con 260 personas con destino a RD.
Tras casi tres años de investigación, la policía española logró identificar a más de 200 implicados y capturar a 13 miembros clave, incluyendo al líder de la organización, quien fue arrestado tras regresar de Santo Domingo. Se incautaron 2.6 millones de euros en efectivo y se descubrieron compartimentos ocultos en vehículos para el traslado del dinero.
Las autoridades destacaron el papel de RD como un punto clave en la red de lavado, ya que el jefe de la mafia viajó en múltiples ocasiones al país. La magnitud y sofisticación del esquema llevaron a la policía española a calificar la operación como una «multinacional» del crimen financiero.