El embajador sudafricano Ebrahim Rasool regresó a su país tras ser expulsado de Estados Unidos por la administración de Donald Trump, quien lo declaró persona non grata.
A su llegada al aeropuerto de Ciudad del Cabo, fue recibido con ovaciones por cientos de seguidores. Rasool afirmó que la sanción impuesta en su contra no lo avergüenza, sino que la lleva como un símbolo de dignidad.
La expulsión ocurrió luego de que el secretario de Estado, Marco Rubio, lo acusara de incitar al odio racial y promover una agenda antiestadounidense.
La decisión se produjo en medio de crecientes tensiones entre EE. UU. y Sudáfrica, especialmente después de que Trump ordenara cortar toda financiación al país africano, alegando su supuesto apoyo a Hamás e Irán y la aplicación de políticas anti-blancas.
Rasool defendió sus declaraciones previas sobre la evolución política de EE. UU. y reafirmó la postura de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia contra Israel, a pesar de las presiones de Washington. Sostuvo que su país no busca enemistarse con EE. UU., pero tampoco renunciará a su soberanía ni a su apoyo a Palestina en el conflicto con Israel.
Esa expulsión de Rasool por Trump muestra lo tensas que estaban las relaciones entre ambos países
Rasool no se achicó con la sanción y volvió a su país como un héroe, respetable actitud
No se puede negar que Sudáfrica tiene su postura firme sobre Palestina y no cede ante la presión internacional
La decisión de Trump de cortar financiación a Sudáfrica fue drástica, pero eso no amedrentó a Rasool ni a su nación
El regreso de Rasool a su país, lleno de ovaciones, deja claro que no hay nada que avergonzarse cuando se defiende lo que uno cree