El embajador de la Unión Europea en Libia, Nicola Orlando, sostuvo un encuentro con el ministro de Comunicación y Asuntos Políticos de Libia, Walid Al Lafi, para abordar la necesidad de retirar combatientes y mercenarios extranjeros del país.
Ambos coincidieron en que esta medida es crucial para defender la soberanía y estabilidad del país magrebí. Asimismo, discutieron los efectos de la situación en Siria sobre Libia y cómo esta puede influir en la seguridad regional.
La presencia de fuerzas extranjeras, especialmente paramilitares rusos vinculados al mariscal Jalifa Haftar, continúa siendo una preocupación, especialmente ante los recientes cambios políticos en Siria.
En respuesta, el primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), Abdulhamid Dbeiba, declaró que Libia no será utilizada como campo de batalla para conflictos internacionales ni como refugio para militares desplazados.
Durante el encuentro, Orlando también enfatizó la importancia de colaborar con Naciones Unidas para avanzar en el proceso político y garantizar elecciones nacionales.
Por su parte, el gobierno libio reafirmó su compromiso con la soberanía y su intención de no permitir que actores extranjeros utilicen el país como una herramienta de negociación.
Diache loco ahora es que quieren sacar a esa gente de allá que tienen años metidos inventando vainas
Se juntaron pa’ hablar bonito pero a que eso se queda en palabras como siempre
Embajador y Libia dicen que van a priorizar pero con qué fuerza si cada quien hala pa’ su lado
Oye eso los tipos tan hablando de sacar las fuerzas extranjeras pero dime tú y los líos internos qué quién los resuelve
Pa mí que esos acuerdos son pa sonar bonito porque al final to el mundo mete la cuchara allá
El embajador de la UE diciendo que van a priorizar y Libia diciendo que sí pero nadie sabe cuándo ni cómo
Sacar las fuerzas extranjeras sí pero y los intereses que tienen ahí porque nadie está gratis
Esos acuerdos son como una novela mucho capítulo y poco final
Antes de hablar de retirar fuerzas que resuelvan quién se va a quedar a organizar ese desorden