El FMI aprobó un préstamo de 1.400 millones de dólares para El Salvador, pero con condiciones que afectan dos puntos clave de la gestión de Nayib Bukele: limitar el uso del bitcóin y mejorar la transparencia en el manejo de recursos públicos.
El organismo exige recortes fiscales para mejorar el saldo del PIB, además de fortalecer los controles sobre contratación pública y la lucha contra el blanqueo de capitales. También se ha solicitado reducir la participación estatal en Chivo Wallet, el monedero virtual impulsado por el gobierno salvadoreño.
Aunque Bukele mantiene una alta popularidad gracias a su política de seguridad, la falta de transparencia sigue siendo un punto débil. El FMI insiste en que las reformas en gobernanza y rendición de cuentas serán clave para mejorar la confianza e inversión en el país.
El FMI nunca da dinero sin amarrar, siempre hay condiciones que después salen caras.
A Bukele le encanta el bitcóin, pero el FMI no está en esa vuelta.
El Salvador está cogiendo cuarto, pero con esos recortes fiscales la gente es que lo va a sentir.
Lo de la transparencia en El Salvador es un tema caliente, Bukele gobierna con mucha popularidad, pero con poca rendición de cuentas.
El FMI siempre quiere meter mano en la economía de los países que les prestan, y ahora quieren regular hasta el Chivo Wallet.
Ese préstamo suena bonito ahora, pero en unos años vienen los líos con la deuda.