El papa Francisco continúa su proceso de recuperación tras haber estado hospitalizado durante 38 días por una doble neumonía. De regreso en el Vaticano, sigue un tratamiento de fisioterapia respiratoria y farmacológico mientras retoma algunas actividades como concelebrar misa y trabajar en sus funciones.
A pesar de esto, su estado sigue siendo delicado y su próxima aparición pública aún no está confirmada.
El Vaticano informó que el pontífice no presidirá la audiencia general del miércoles, y es probable que tampoco participe en la oración del ángelus del domingo. Su recuperación se extenderá por al menos dos meses, y sus médicos han revelado que en el punto más crítico de su enfermedad se llegó a considerar suspender su tratamiento, pero su equipo médico luchó por estabilizarlo.
Según el doctor Sergio Alfieri, el papa nunca perdió la lucidez y delegó su tratamiento a su asistente médico personal, Massimiliano Strappetti. A pesar de la gravedad de su estado, Francisco ha mostrado una leve mejoría y se mantiene bajo estricta vigilancia médica para evitar complicaciones.