El Ejército venezolano (FANB) condenó enérgicamente las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido contra 11 funcionarios venezolanos, incluyendo al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
Las medidas coinciden con la toma de posesión de Nicolás Maduro para su tercer mandato presidencial y fueron calificadas por la FANB como acciones desesperadas e ilegítimas que buscan desestabilizar el país y desacreditar el liderazgo militar.
En un comunicado, la FANB afirmó que estas sanciones forman parte de un «plan neofascista» promovido por intereses extranjeros y sectores de la extrema derecha venezolana. Además, aseguraron que no lograrán doblegar la soberanía nacional ni la estabilidad del país.
Por su parte, Maduro respondió a las sanciones rechazando la influencia extranjera y reafirmando que su mandato proviene del pueblo venezolano. En paralelo, el Departamento de Estado de EE.UU. incrementó a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve a su captura, calificándolo de narcoterrorista desde 2020.