Estados Unidos y sus aliados han puesto en marcha el ejercicio militar aéreo Bamboo Eagle 25-1, una demostración de fuerza en el Pacífico que incluye la participación de la Marina de EE.UU., la Real Fuerza Aérea Británica, la Real Fuerza Aérea Australiana y la Real Fuerza Aérea Canadiense.
Durante las maniobras, se rastrearon múltiples aviones cisterna KC-46 y KC-135, junto con aeronaves de alerta temprana como el E-3 Sentry y el E-7A Wedgetail.
También se identificaron aviones de combate F-35A y EA-18G Growler, además de aeronaves de inteligencia como el RC-135V/W Rivet Joint, lo que evidencia el alto nivel de preparación para un posible conflicto en la región.
El ejercicio se desarrolla en un contexto de creciente tensión geopolítica en el Pacífico, donde China ha incrementado su capacidad militar con nuevos portaaviones y misiles hipersónicos.
La Fuerza Aérea de EE.UU. busca perfeccionar su interoperabilidad con sus aliados, asegurando que puedan operar de manera coordinada en un escenario de combate moderno.
Según el mayor general Christopher Niemi, jefe del Centro de Guerra de la USAF, Bamboo Eagle es clave para “descubrir cómo manejar las amenazas modernas” y mejorar la capacidad de respuesta conjunta.
El simulacro también ocurre en un momento de debate sobre el gasto en defensa en EE.UU., particularmente bajo la administración de Donald Trump. Mientras Washington evalúa su estrategia en la región, la creciente presencia militar de China en el Pacífico y el refuerzo de sus capacidades bélicas han llevado a que EE.UU. y sus socios aceleren sus programas de entrenamiento y preparación.
La integración de aviones cisterna y la simulación de combates en escenarios multidominio confirman la intención de fortalecer la proyección de poder en el Pacífico y garantizar una respuesta rápida ante cualquier eventualidad.
Esa alianza internacional demuestra que no están jugando, quieren asegurar la zona a toda costa.
Ya China sabe que no está solo con su poder militar, pero los aliados de EE.UU. están bien metidos en el juego.
Por algo está la alianza de los BRICS, eso es calculado
Los F-35A y esos aviones de alerta temprana, eso sí es tener el control del aire.
China no le está facilitando las cosas a nadie con sus nuevos misiles, pero este tipo de maniobras lo dice todo.
Lo bueno es que estas maniobras entre aliados ayudan a que todos estén bien coordinados por si hay que actuar rápido.
Mientras China sigue aumentando su poder militar, ellos no se quedan atrás con estos simulacros.
Si el Pacífico sigue tan caliente, estos entrenamientos se van a hacer más frecuentes, no hay vuelta atrás.
No solo se trata de volar aviones, se trata de asegurar que todos los aliados puedan reaccionar en el momento exacto.
La verdad es que Estados Unidos está haciendo su tarea para no quedarse atrás, ahora con más aliados.
Lo de los misiles hipersónicos de China es una amenaza seria, pero esta clase de ejercicios ayuda a mantener la calma.
Si algún día se llegara a necesitar, este tipo de simulacros hará la diferencia en un conflicto real.
Este ejercicio deja claro que en el Pacífico no hay margen de error, están preparando cada escenario posible.
Las tensiones geopolíticas hacen que estos ejercicios sean cada vez más necesarios, la preparación es clave.
No cabe duda de que EE.UU. está probando sus capacidades, no se quiere quedar atrás en ninguna guerra futura.
La preocupación por China se nota, y están tomando medidas para que cualquier desafío sea resuelto con rapidez.
Esa guerra tiene años ya. Es una batalla comercial.
La guerra es de dólares y yuanes
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