Estados Unidos anunció restricciones de visado contra unos 20 altos funcionarios de Georgia, incluidos miembros del partido gobernante Sueño Georgiano, policías y otros acusados de «socavar la democracia» en el país.
Según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, esta medida busca apoyar la democracia y las libertades fundamentales en Georgia.
El anuncio se da en medio de tensiones políticas internas en Georgia, donde recientemente se han realizado protestas contra el gobierno. Washington reitera su compromiso con los valores democráticos en la región y utiliza sanciones como herramienta para presionar a las autoridades georgianas.
Esta acción refleja el interés de EE.UU. en contrarrestar prácticas antidemocráticas en el Cáucaso, un área de interés estratégico para Occidente, especialmente ante la creciente influencia de Rusia y otros actores en la región.