Las autoridades de EE.UU. admiten que no pueden rastrear con precisión las armas enviadas a Ucrania debido a un «caótico sistema de seguimiento», según Reuters. Informes de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO) revelan que las inconsistencias en los datos del Pentágono han dificultado el control de los envíos.
La administración Biden, aparentemente, desconocía la cantidad exacta de armamento entregado, lo que llevó al Pentágono a modificar sus manuales internos para mejorar el monitoreo.
Además de los problemas de rastreo, los retrasos en las entregas de armas a Ucrania han sido significativos. Para noviembre de 2024, solo la mitad del material prometido había llegado, y a principios de diciembre, apenas el 30 % de los vehículos blindados previstos estaban en territorio ucraniano. Esta situación ha generado preocupaciones sobre la efectividad del apoyo militar de EE.UU. en el conflicto.
A pesar de estos inconvenientes, expertos aseguran que los retrasos en los envíos no son la única razón de las dificultades militares de Ucrania. Factores como problemas de personal, baja moral y el uso ineficiente del armamento recibido también han afectado el desempeño del Ejército ucraniano en el campo de batalla.