El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para retirar al país del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y congelar los fondos destinados a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La medida llega el mismo día en que Trump se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien ha criticado abiertamente a la UNRWA y al Consejo por su supuesta parcialidad contra Israel.
En su declaración, Trump afirmó que la ONU no ha cumplido con su propósito y que estos organismos deben reformarse antes de seguir recibiendo el apoyo estadounidense.
La Casa Blanca justificó la decisión alegando que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha permitido que países como Irán, China y Cuba lo utilicen para protegerse de sus propias violaciones de derechos humanos.
Además, la orden ejecutiva establece que varias agencias de la ONU han mostrado un “profundo sesgo antiestadounidense”, lo que llevó a la congelación de fondos para la UNRWA, que asiste a más de cinco millones de refugiados palestinos.
También ordena una revisión de organizaciones como la UNESCO, para evaluar si promueven “sentimientos radicales o antiestadounidenses”.
Durante su primer mandato, Trump ya había tomado medidas similares, como la retirada de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos en 2018 y la suspensión de financiamiento a la UNRWA.
Con su regreso a la Casa Blanca, ha retomado su política de distanciamiento de organismos internacionales, ordenando también la salida de EE.UU. de la Organización Mundial de la Salud y del Acuerdo de París sobre el clima.
Estas acciones refuerzan su postura de priorizar los intereses estadounidenses y reducir la influencia de organismos multilaterales en la política exterior del país.