El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, anunció este domingo que ha dimitido de su cargo por el escándalo del beso no consentido que le dio en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante la premiación del combinado español tras su triunfo en el Mundial femenino.
A través de una publicación en la red social X, Rubiales adjuntó su carta de renuncia. Según indica el documento, transmitió su decisión al presidente en funciones de la RFEF, Pedro Rocha.
«También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido», se lee en la misiva.
«Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo», asegura el dirigente.
Cuando estalló el escándalo, Rubiales alegó que el beso en la boca fue consentido, pero poco después la jugadora lo negó y confesó que se había sentido «vulnerable y víctima de una agresión» machista.Por ese hecho y su comportamiento posterior, Rubiales, que se negó a dimitir, fue suspendido temporalmente de su cargo por la FIFA.
La RFEF resolvió retirarle el sueldo y el derecho a coche oficial, entre otras medidas, pero descartó realizar una moción de censura en su contra y celebrar elecciones antes de 2024, de acuerdo a la normativa imperante.